El partido entre el Real Madrid y el Mallorca, disputado el 18 de agosto de 2024 en el estadio Son Moix, dejó un sabor amargo para los merengues. Con un empate 1-1, los de Carlo Ancelotti cedieron sus primeros puntos en la nueva temporada de LaLiga. El encuentro fue una batalla defensiva, en la que el Mallorca logró frenar el poderío ofensivo de los blancos, especialmente a Kylian Mbappé, cuya esperada aparición, no fue tan impactante como se esperaba.
El Real Madrid comenzó con dificultades, mostrando una actuación tímida en los primeros minutos, lo que permitió al Mallorca generar peligro. Thibaut Courtois tuvo que intervenir en varias ocasiones para mantener su portería a cero. La animosidad de la grada hacia Vinícius Jr. se hizo notar desde el principio, como recuerdo de los roces que tuvo en el pasado con jugadores del Mallorca, lo que creó un ambiente cargado de tensión.
El primer gol llegó en el minuto 13, cuando Rodrygo ejecutó un disparo brillante que venció al portero del Mallorca, Dominik Greif. Con el gol, el Real Madrid tomó el control del partido, aunque sin generar demasiado peligro adicional. El Mallorca, por su parte, intentaba responder con contraataques, pero su nerviosismo les impedía crear oportunidades claras.
En la segunda mitad, el equipo local se mostró más decidido y, a los 53 minutos, Vedat Muriqi logró empatar el partido con un cabezazo tras un tiro de esquina ejecutado a la perfección por Dani Rodríguez. Este gol desató la euforia en Son Moix y cambió la dinámica del partido. El Mallorca comenzó a creer en la posibilidad de una victoria y llevó el peso del juego durante varios minutos.
A pesar de los esfuerzos de Ancelotti, quien introdujo a Luka Modric para aportar más control en el centro del campo, el Real Madrid no logró encontrar los espacios necesarios para desequilibrar el marcador. El portero del Mallorca, Greif, se convirtió en héroe al detener varios intentos de los blancos, mientras la defensa del equipo balear mantenía el orden frente a los ataques madrileños. El partido terminó con un empate que dejó satisfecho al Mallorca y frustrado al Real Madrid, que vio cómo se le escapaban dos puntos en su primera salida de la temporada.
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