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Osasuna y Girona, duelo directo en la frontera del descenso

En Pamplona se respira la tensión de las grandes citas, aunque esta vez no hay título en juego ni rival de relumbrón. La visita del Girona a El Sadar este domingo (14:00 h) es mucho más que un simple partido de liga: es una final anticipada para dos equipos que han perdido fuelle justo cuando más se necesita sumar.



Los rojillos llegan tocados. El conjunto de Vicente Moreno encadena nueve jornadas sin conocer la victoria y ha visto cómo la distancia con el descenso se reduce jornada tras jornada. Pese a ello, la fe en casa sigue intacta: en El Sadar han logrado la mayoría de sus puntos y esperan que el apoyo de su gente marque la diferencia una vez más.


En el bando visitante, el panorama no es mucho más alentador. El conjunto catalán, que en la primera vuelta deslumbró por momentos con un fútbol alegre y ofensivo, llega a Pamplona con la moral tocada tras ocho partidos consecutivos sin ganar. El equipo de Míchel ha perdido esa chispa que lo mantuvo en la zona noble de la tabla durante meses, y ahora cada partido se vive como una batalla por la supervivencia.


Más allá de las dinámicas, el encuentro promete ser un pulso de nervios, físico y personalidad. Los antecedentes juegan a favor del Girona, que ha logrado imponerse en sus tres últimos enfrentamientos ante el Osasuna, incluido el contundente 4-0 de la primera vuelta. Sin embargo, en Pamplona la historia siempre es distinta: El Sadar aprieta, y mucho.


El choque tiene todos los ingredientes de una tarde de fútbol cargada de emoción: urgencias, necesidad y un estadio que no entiende de medias tintas. En el Sadar solo sirve ganar.


En la antesala del duelo entre Osasuna y Girona, Míchel Sánchez se mostró sereno pero consciente del momento complicado que vive su equipo.


El técnico del Girona admitió que atraviesan una racha negativa, pero insistió en que el vestuario mantiene la calma y está preparado para reaccionar. Subrayó la importancia de dar un paso adelante y recuperar la identidad del equipo, sabiendo que el margen de error se ha reducido.


Sobre el rival, Míchel destacó la intensidad de Osasuna, especialmente como local, y señaló las acciones a balón parado como uno de los puntos fuertes del conjunto navarro. En cuanto al estado de la plantilla, confirmó el regreso de Iván Martín, aunque Bryan Gil seguirá fuera por lesión.


Más allá de nombres y sistemas, el mensaje del entrenador fue claro es hora de mostrar carácter, competir como bloque y pelear cada punto como si fuera el último.

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