Un club de la Bundesliga bajo la inmersión de millones de euros con procedencia austríaca es un modelo en crecimiento constante en cuanto a inversiones y proyecciones deportivas. Esto, ¿Sería viable en la liga de los campeones del mundo?
Siempre que se habla de sociedades anónimas deportivas en Argentina, se generan debates interminables sobre su viabilidad, si el hincha está a favor o no, el dilema de que "el club es de los socios"; en fin, diversos aspectos han llevado a que la gran mayoría de los clubes argentinos estén en contra del ingreso de accionar extranjero por miedo a perder su esencia y su rol de club social sin fines de lucro.
Es por eso que en este artículo, me gustaría analizar el caso que tanto revuelo generó en el fútbol internacional, más precisamente en tierras de habla alemán, y que podrían justificar o no el ingreso de las mismas en el fútbol argentino: estoy hablando del RasenBallsport Leipzig o Red Bull Leipzig.
"Un club chico que nació grande"; Así se lo podría catalogar a esta entidad con apenas 15 años de existencia en el fútbol alemán, gracias a la millonaria inversión del grupo de bebidas energéticas austríaca Red Bull, cuyo fundador austríaco Dietrich Mateschitz se aprovechó de la delicada situación financiera y deportiva del SSV Markestadt, compró su plaza en la quinta división del sistema de ligas del fútbol alemán y fundó el club RB Leipzig en el año 2009. Gracias a esto, lograron 4 ascensos en 7 años, generando rechazo en los demás clubes que veían como ascendían sin interponerse en su camino.
Básicamente, la intención del fundador de Red Bull fue comprar un club pequeño y convertirlo en una potencia a nivel mundial en lo futbolístico. Sin embargo, tras conocerse su existencia y su desembolso de millones de euros, recibió el rechazo de todo un país que ya venía acostumbrado a la tradicionalidad de su deporte y que les disgustaba el ingreso de las empresas en el fútbol. Si bien ésta práctica se ha vuelto una costumbre en las principales ligas, los alemanes sienten una gran admiración por la tradición de sus clubes. Además, el club pasa por alto la famosa regla del 50+1, la cuál da a entender que ningún propietario de un club puede tener más poder de decisión que los socios, esto debido a la poca masa social.
Desde lo deportivo, es un club que apuesta al talento joven bajo una particularidad: como la empresa tiene acciones en varios clubes en el mundo bajo su nombre Red Bull, tales como RB New York, RB Bragantino o su hermano RB Salzburg, aprovechan para captar talento joven de sus canteras o categorías inferiores como las conocemos en Argentina, se potencian en el fútbol élite que les garantiza la Bundesliga y son vendidos como estrellas por precios exorbitantes. Para decirlo en criollo, compran barato y venden muy caro.
Algunos ejemplos de jugadores que están siendo protagonistas en las ligas más importantes de Europa vienen desde la filosofía Red Bull, tales como Erling Haaland, Dominik Szoboszlai, Marcel Sabitzer, Sadio Mané en su momento, entre muchos otros. En la actualidad, esta modalidad sigue teniendo resultados muy positivos.
Ahora bien, también hay un caso de inversión que se ha dejado de lado como lo fue el Red Bull Ghana, que promovía la expansión del fútbol en África y la captación de talento, pero que se terminó dejando en abandono.
En la actualidad, es un club que cuenta con 2 DFB Pokal y 1 Supercopa alemana, venciendo nada más y nada menos que al Bayern München en su casa. Claramente, está marcando pisada en Europa y sobre todo en el fútbol alemán, ya que han puesto en escena sus condiciones futbolísticas y extradeportivas para ser campeones de Bundesliga en el corto-mediano plazo, por delante de clubes como Borussia Dortmund, Bayer Leverkusen o hasta imponerse en el camino del propio Bayern München.
Como conclusión, Red Bull llegó para convertirse en un imperio en el mundo del fútbol. Un ejemplo a seguir para muchos, odiado por muchos otros, pero que no deja de ser un proyecto que va sumando éxitos cada vez más seguido. ¿Será viable este modelo en Argentina?
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