Han transcurrido más de dos meses desde aquella mágica verbena de San Juan que quedará grabada en la memoria perica por el ansiado ascenso del Espanyol. Desde ese momento, Fran Garagarza, director deportivo del club, se vio obligado a ponerse manos a la obra en el siempre exigente mercado de fichajes, con el reloj en su contra a causa del playoff y la incertidumbre.
El panorama no era alentador. El club, ya avisado meses antes por Chen Chuang Huang, hijo del presidente, afrontaba una "economía de guerra" que dejaba poco margen para maniobrar. Sin embargo, la realidad fue aún más cruda: la directiva impuso a Garagarza la titánica tarea de reforzar la plantilla sin realizar inversión alguna. El 30 de junio finalizaron su relación con el club Óscar Gil, Keita Baldé, Keidi Bare, Víctor Ruiz y Nico Melamed, dejando la plantilla corta en cuanto a número y calidad.
Los primeros refuerzos llegaron con relativa celeridad en la primera quincena de julio. Álvaro Tejero, en condición de libre, y Carlos Romero, cedido por el Villarreal, fueron los encargados de reforzar los laterales. Sin embargo, el 15 de julio marcó el punto más bajo para la afición blanquiazul. En el regreso a los entrenamientos, tras las pertinentes revisiones médicas y una polémica fotografía, el club anunció que Martín Braithwaite había decidido aplicar su cláusula de liberación para unirse al Gremio brasileño. Este movimiento, inesperado y doloroso, obligó a la dirección deportiva a buscar desesperadamente un nuevo goleador.
Los días pasaban y el mercado permanecía estancado, tanto en entradas como en salidas, con rumores que se disipaban con el paso de los días. Sin embargo, la historia tomó un giro después del stage de pretemporada, cuando Matteo Moretto, periodista de Relevo, destapó la llegada de Alex Král y, poco después, la del delantero Alejo Véliz. El checo, cedido por el Union Berlín con una opción de compra de 3,5 millones de euros, y el argentino, en cesión simple desde el Tottenham, aportaron un soplo de aire fresco a la plantilla.
Con estos refuerzos, el nombre de Irvin Cardona comenzó a sonar con fuerza para incorporarse al equipo, y tras duras negociaciones con el Augsburg alemán, finalmente se concretó su cesión. A continuación, llegó Marash Kumbulla, central albanés cedido por la Roma, en busca de minutos tras una prolongada lesión. Así, el Espanyol arrancó la liga en Valladolid con seis caras nuevas.
El inicio de la competición calmó momentáneamente los rumores, hasta que un viejo rumor resurgió de las profundidades del mercado: Walid Cheddira, delantero del Nápoles, se unió al Espanyol por una temporada, para intentar aportar goles.
No todo fueron incorporaciones. La salida de José Carlos Lazo, quien rescindió su contrato y firmó libremente por el Albacete, también marcó el mercado.
Con el margen salarial agotado, la atención se centró en Joan Garcia, el portero clave en el ascenso, quien sonaba con fuerza para reforzar al Arsenal ante la posible salida de Ramsdale.
Con la atención puesta en la portería, llegó a las oficinas de Fran Garagarza un ofrecimiento para una posición muy distinta. Naci Ünüvar, extremo del Ajax, acabó firmando con unas condiciones económicas excelentes para el exhausto límite salarial, y con una opción de compra ligada a objetivos.
En las últimas 48 horas de mercado se produjo la venta de Ramsdale al Southampton, que puso a los 'gunners' en posición de negociar por Joan Garcia, pero la propiedad junto a la dirección deportiva se mantuvo firme exigiendo los 30 millones de euros de la cláusula de rescisión, cifra a la que el Arsenal no quiso llegar, quedando la oferta en 20 millones.
Sin más incorporaciones de última hora, como las esperadas de Ramón Terrats o André Franco, el mercado se cerró sin inversión directa, pero con ocho fichajes, seis de ellos europeos, que refuerzan a un Espanyol que, en un contexto de extrema dificultad, ha logrado armarse para competir.
Las evaluaciones definitivas llegarán al final de la temporada, pero las cartas ya están sobre la mesa. ¿Serán estas incorporaciones suficientes para mantener al Espanyol en Primera? El tiempo, como siempre, tendrá la última palabra.
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