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Bournemouth 1-2 Manchester City: El City remonta en el Vitality y se pone a un paso de la final

El equipo de Guardiola vence al Bournemouth tras una muy mala primera parte y una gran mejora en la segunda para poder llevarse el gato al agua. El Forest le espera en semifinales

Marmoush en la acción de su gol ante el Bournemouth. Fuente: Metro
Marmoush en la acción de su gol ante el Bournemouth. Fuente: Metro

El Bournemouth y Manchester City se enfretaban en los cuartos de final de la FA Cup para dar a conocer el último semifinalista que estaría en Wembley a finales de abril. Tras la clasificación del Crystal Palace, el Nottingham Forest y el Aston Villa, tan solo había un hueco disponible. El ganador de este duelo se enfrentaría al Forest.


Primera parte


Los primeros 45 minutos de partido comenzaban con una igualdad bastante marcada, aunque el City no tardaría en tener sus primeras grandes ocasiones. Haaland tenía hasta tres de ellas bastante claras, pero ninguna era definida con acierto por parte del noruego. La más clara fue el penalti fallado, tras una mano bastante clara de Tyler Adams, que no estaba teniendo el mejor de sus partidos. Kepa conseguía atrapar el balón ante la locura en el estadio y la frustración cityzen.


A pesar de estas ocasiones claras el Bournemouth era el que estaba dominando el encuentro. Estaba consiguiendo incomodar al City en la presión y atacarles con mucho peligro a sus espaldas o tras los robos en posiciones adelantadas. El plan de partido de los de Iraola estaba saliendo a la perfección. Tanto fue así, que en una jugada combinativa bastante buena entre los jugadores de ataque de los "cherries" acababa con el primer gol del partido a favor de los locales. Evanilson empujaba un balón que imponía la lógica en el marcador. Un City muy superado estaba viéndose eliminado de la FA Cup de una manera sonrojante ante un Bournemouth que le estaba pasando por encima.

Kluivert celebrando el gol de Evanilson. Fuente: Daily Mail
Kluivert celebrando el gol de Evanilson. Fuente: Daily Mail

La primera mitad seguía teniendo este mismo guión de partido. El centro del campo del City estaba pérdido en combate y la defensa era un desastre. Además, la buena organización de los locales atrás estaba permitiendo al equipo defender continuamente con las líneas muy adelantadas sin recibir apenas peligro. De hecho, las ocasiones que tenían en su contra estaban premeditadas por fallos propios en salida de balón o pérdidas tontas en el centro del campo.


La mejor noticia para el City en el partido era el pitido del árbitro, que mandaba a los futbolistas de ambos equipos al vesturario. Ovación cerrada de los aficionados locales a su equipo y caras muy largas en los jugadores de mayor peso dentro de la plantilla "sky blue".


Segunda parte


El momento descanso fue la clave de todo el partido. Guardiola sacaba del campo a Khusanov, que de nuevo no había hecho un buen partido y tenía amarilla, dándole entrada al joven O´Reilly. Un cambio que determinaría la eliminatoria.


Desde el inicio se podía ver un Manchester City bastante distinto al de la primera. El equipo estaba mucho mejor coordinado en todas las líneas y, sobre todo, el centro del campo estaba dominando la posesión de balón con una mayor comodidad. Tal fue esa sensación de dominio, que O´Reilly realizaba una zancada de mucho mérito por la izquierda y le servía en bandeja de plata el gol a Haaland, que lo estaba esperando en el segundo palo. El 9 noruego tan solo tuvo que empujar el balón para marcar el gol que empataba el partido.

Foden ante Tyler Adams. Fuente: Evening Standard
Foden ante Tyler Adams. Fuente: Evening Standard

Este gol fue un golpe de realidad para el Bournemouth, que veía como el trabajo de toda una excelente primera parte se veía esfumado en cuestión de minutos. El Manchester City estaba creciendo con el paso de los minutos y la situación cada vez era más insostenible para el equipo local.


En el minuto 61 Haaland se lesionaba tras una acción fortuita que le iba a dejar fuera del resto del partido. Marmoush entraba en su lugar y también sería determinante más adelante. Tan solo dos minutos después de este cambio O´Reilly volvía a filtrar un buen balón en el área, que era recibido por el delantero egipcio y este se giraba para chutar a portería, consiguiendo el segundo de la tarde para el City. Ahora era la parte visitante del campo la que estallaba de locura y en cuestión de 15 minutos el City había remontado el partido ante un Bournemouth que estaba totalmente KO.


Iraola intentaba agitar el partido desde el banquillo, pero la respuesta de Pep con sus cambios mejoraba aún más las prestaciones de los jugadores locales. Absolutamente todos los cambios del City funcionaban a un gran nivel dentro del rol que les exigía el partido. Kovacic, Gundogan y De Bruyne se hacían con el centro del campo, y el Bournemouth apenas tenía piernas para intentar revertir la situación. La realidad es que el equipo del sur de Inglaterra lo intentaba más por corazón, que por fútbol y peligro.

Marmoush y O´Reilly celebrando el gol del egipcio. Fuente: Récord
Marmoush y O´Reilly celebrando el gol del egipcio. Fuente: Récord

De hecho, el encuentro estaba llegando a su fin y el Bournemouth seguía sin incomodar de manera seria a la defensa visitante. La sensación en estos minutos finales era de que el City estaba más cerca de meter el tercero, que el Bournemouth de conseguir el empate. Al final, ninguna de las dos cosas iba a pasar, ya que tras un largo añadido el árbitro señalaba el final del partido ante la alegría de los de Manchester y la decepción de un Bournemouth que llegaba con ilusión al choque, pensando en hacer cosas grandes en esta competición copera.


Aún así, el que avanzaba a semifinales era el City, tras una segunda parte muy completa y el Bournemouth se quedaba a un paso de Wembley. Muy buen partido de los "sky blues", que controlaron de manera perfecta el partido en el segundo tiempo y que jugaron con el resultado como pocas veces lo habían hecho esta temporada.


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