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Anthony Gordon encuentra oro en Dorset.

Actualizado: 17 sept

El Newcastle United consigue un punto in extremis tras un encuentro gris.


Kerkez, cortando una ocasión de Jacob Murphy

La temporada para el Newcastle United en referencia a los encuentros fuera de casa, continúa igual que finalizó. Un encuentro gris desde el comienzo, dominado por un Bournemouth atrevido y que mereció ser el ganador de la jornada de hoy.


Todo arrancó con igualdad, parecía un equipo bien colocado sobre el terreno de juego y con ocasiones de Isak y Gordon pero sin apenas peligro. El cambio comenzó a notarse a partir del minuto 10 cuando los de Andoni Iraola tomaron el control y con valentía trataron de atacar la portería de Nick Pope.


La primera ocasión clara llegaría de la mano de Antoine Semeyo cuando estrelló el balón contra el travesaño y tendría otras dos oportunidades más pero finalmente acabaría salvando Pope. Los de Howe apenas se les veía con ritmo, como si fueran agotados en tan sólo media hora. No eran capaces de crear contras o peligro a Neto debido a los múltiples errores y pérdidas de balón.


El primer gol del encuentro llegó por medio de Marcus Tavernier, quién pasó por las inferiores del Newcastle hasta 2013 y supieron convertir en ocasión un balón perdido por parte de Joelinton.


La primera mitad se consumía y no había apenas reacción, el Bournemouth seguía acechando la portería rival y no cedía en ningún sólo momento, algo que también se pudo ver a comienzos de la segunda mitad.


Los cambios dieron aire fresco a los de Howe, especialmente con las entradas de Lewis Hall y Harvey Barnes. La trama del encuentro dio un giro radical y los de Iraola se encerraron atrás para defender el resultado. Tras múltiples llegadas, llegó el gol del empate por medio de Anthony Gordon.


El Newcastle se vino aún más arriba y fue en busca del gol de la victoria pero se encontraron con un colosal Neto quién despejó un tiro peligroso de Bruno Guimarães y un cabezazo de Dan Burn.


A falta de dos minutos para final, el Bournemouth consiguió forzar un último córner. La jugada terminó con gol de Ouattara pero finalmente quedó anulado por una falta previa del mismo.


El encuentro finalizó con un empate a uno inmerecido debido al pobre rendimiento del equipo en general y gracias a un arreón final con los cambios. Sigue el bajo rendimiento en los encuentros fuera de casa, algo que tendrá que corregir Eddie Howe de cara a los próximos compromisos.

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